En este artículo te presento otro de los grandes desafíos que tienen las PyMEs en Argentina: construir procesos internos sólidos, pero sin sacrificar la innovación.
“Las empresas exitosas que dominan un mercado no pueden simplemente aplicar sus prácticas de gestión y procesos exitosos a la innovación disruptiva”
- Clayton Christensen, en “El dilema del innovador”
Esta cita nos ilustra como la estandarización excesiva puede ser peligrosa. Cuando las empresas se concentran demasiado en perfeccionar sus procesos actuales, pierden la capacidad de identificar oportunidades de innovación.
En un mercado cada vez más competitivo, este equilibrio es fundamental para crecer y sostenerse como empresa.
La Importancia de los Procesos Internos
Conforme una empresa crece, establecer procesos claros se vuelve esencial, ya que es lo que permite repetir las cosas y hacerlas igual.
Imagina una empresa que realiza un relevamiento de materiales, solicita cotizaciones a varios proveedores, compara precios y plazos, selecciona al proveedor más adecuado, emite una orden de compra formal, recibe y verifica los productos, ejecuta el pago y, además, tiene bien definida la separación de funciones entre quienes intervienen para facilitar la gestión y el control cruzado de la información.
Esta empresa será mucho más eficiente que aquella donde el encargado de compras actúa de manera improvisada, lo que provoca confusión en la recepción de productos, errores en los pagos, ausencia de controles de calidad/cantidad sobre los productos recibidos, así como registros inconsistentes.
Contar con procesos eficientes permite a las PyMEs optimizar recursos, reducir costos y mejorar la calidad de sus productos y servicios. Es importante este concepto para pensar en una empresa escalable.
Además, si tu empresa cuenta con una estructura definida, los procesos limitan responsabilidades, estandarizan tareas y por ende, mejoran la toma de decisiones y la captación de personal.
La Innovación como Pilar Cultural
La clave del éxito para una empresa es fomentar una cultura organizacional que valore la experimentación y el aprendizaje.
La innovación es el motor que impulsa el crecimiento y la diferenciación en el mercado. Las empresas que apuestan por la innovación constante descubren nuevas oportunidades para abordar las necesidades de sus clientes.
Casos de Éxito
Empresas argentinas como Mercado Libre y Globant muestran cómo es posible escalar y mantenerse innovadores a través de procesos bien definidos. Estas organizaciones no solo han optimizado su funcionamiento interno, sino que también se han adaptado rápidamente a las necesidades del mercado:
Mercado Libre creó su propia plataforma de pago (Mercado Pago), invirtió en logística para reducir tiempos de entrega y está en constante mejora de su plataforma para mejorar la satisfacción del usuario.
Globant adoptó metodologías ágiles de trabajo (SCRUM) para adaptarse rápidamente a los cambios de demanda de sus clientes, invirtió recursos en desarrollar nuevas tecnologías y fomenta el teletrabajo y la flexibilidad para adaptarse a las necesidades de sus empleados y clientes.
El Ciclo de la Mejora Contínua
Los dos unicornios argentinos mencionados arriba no hubieran alcanzado ser lo que son hoy en día sin la innovación constante, pero tampoco sin procesos definidos. El problema se centra en que a medida que una empresa crea procesos, se va alejando de la posibilidad de innovar.
Para lograr el tan ansiado equilibrio, las PyMEs deben adoptar un enfoque de mejora continua, lo que implica:
Revisar y mejorar constantemente los procesos internos
Invertir en la formación del personal para que puedan aportar ideas, adaptarse a nuevas tecnologías y métodos de trabajo
Crear espacios donde los empleados se sientan seguros para proponer cambios sin temor al fracaso
Identificar y diferenciar el personal innovador
Generar espacios de feedback y fomentar el trabajo en equipo
Conclusión
Para las PyMEs en Argentina, el desafío de consolidar procesos internos fuertes mientras se fomenta la innovación es una realidad que no se puede ignorar. La mejora contínua no es solo un concepto, es una estrategia vital que permitirá a las empresas no solo sobrevivir, sino también prosperar en un entorno empresarial cambiante.
Al adoptar esta mentalidad, las PyMEs podrán asegurar su lugar en el futuro del mercado, aportando valor y creatividad a sus clientes.
-Gena Rodriguez
MC CONSULTORA EMPRESARIAL
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