Nos encontramos frente a un momento histórico e inédito, en donde el COVID-19 ha puesto en jaque a países y empresas sin ningún tipo de distinción alguna. Países como Rusia, Alemania, México, etc., cargan con una cantidad gigantesca de fallecidos. Es de esperar que la economía mundial retroceda y que variables como el desempleo, pobreza, e inflación - que ya suponían una problemática mundial - se potencien en el marco del coronavirus.
En ciclos de grandes crisis, comenzamos a replantearnos cuestiones y es entonces donde desde el mundo de los negocios, existe la responsabilidad de visualizar esta nueva realidad y actuar alineadamente a ella.
Como consumidores nos encontramos en un proceso de cambio en lo que respecta a hábitos de consumo. Esta nueva normalidad nos muestra nuevas formas de consumo, acompañadas de una migración físico-virtual. Dado que el consumo es un elemento fundamental a la hora de sacar adelante una economía; es relevante identificar, analizar y definir la nueva faceta del consumidor en tiempos de crisis.
Hoy, el consumidor es más consciente de la importancia de la economía local, del poder conocer el origen y traslado hacia destino de los productos que compra y de qué condiciones de salubridad gozan. Otra característica a destacar es la importancia de la salud física y mental, sustentada por las relaciones sociales y el bienestar propio. Las acciones de rutina cobran un nuevo sentido: la preocupación higiénica y de cuidado al contagio. Preguntas como; ¿cuántos se sentirían seguros al usar cajeros automáticos, ir al cine, recital, un almuerzo? serán cuestiones básicas que las empresas deberán considerar.
En esta nueva faceta, el consumidor está más informado, es más cauteloso y por ende más responsable con su alrededor. Los negocios que quieran lograr sustentabilidad deberán poner atención a estos nuevos patrones de comportamientos.
Aprovechando que en pocos años la mayor parte de la fuerza laboral del mundo estará a cargo de la generación Millennial - que posee actitudes y patrones de consumo basados en disfrute de experiencias y goce de lo inmaterial - quizás sea buen momento de replantearnos y tratar de buscar algún tipo de respuesta innovadora y crear nuevos paradigmas.
¿QUÉ ES LA ECONOMÍA CIRCULAR?
La economía circular responde a la nueva realidad y los nuevos comportamientos humanos hacia el ambiente, siguiendo a la naturaleza misma y logrando que los residuos de una actividad sean los insumos de otra. En este marco (un tanto utópico) es que se presentan algunas estrategias y herramientas a considerar para subsistir en el mundo de los negocios.
Primero y principal, el comercio electrónico pareciera ser la estrategia estrella. Un ejemplo que demuestra como una opción comercial se vuelve una necesidad y hasta una obligación empujada por el contexto. El comercio electrónico ha sido para muchas empresas el único canal de venta, dando al menos un poco de esperanza al negocio y a su vez un respiro al flujo de caja.
Empresas como “La Trocha” y “Quiero Pannet” representan ejemplos de cómo integrar su negocio físico al virtual de una manera rápida y rentable. La primera; una tienda de barrio de frutas y verduras en Bogotá - Colombia, cerró su espacio físico para realizar la totalidad de sus ventas de manera virtual. Ello logró incrementar sus ventas enormemente. “Quiero Pannet”, una panadería ubicada en Buenos Aires - Argentina, hoy en día finalmente ve los frutos de su app (adquirida años atrás), centralizando sus operaciones y enfocando radicalmente su estrategia de venta a la aplicación.
La venta de productos en redes sociales es otra necesidad tentadora, ya que para exhibir productos/servicios no es necesario una inversión inicial alta… con el solo acceso a internet y un dispositivo electrónico, te encontrarás operando en el comercio electrónico. La barrera de entrada será la cantidad de competidores existentes y los que irán surgiendo, donde el servicio/atención al cliente será el diferenciador.
Dado el incremento en transacciones electrónicas, los medios de pago digitales crecerán a la par. Dentro de este rápido cambio - físico-virtual - plataformas financieras y de seguridad serán jugadores elementales, debiendo ofrecer mayor seguridad y cobertura.
Segundo, es importantísimo adaptar e innovar en decisiones gerenciales. Como ejemplo, la creación de un puesto destinado a la toma de decisiones de emergencia podría suponer una herramienta oportuna al desafío de mantenerse atento a nuevos retos. Ante eventualidades y bajo un manual/protocolo de acción se actúa acorde a la amenaza a enfrentar. Ligado a esto, se agregan mecanismos de comunicación de información positiva para los intermediarios de la empresa (clientes, proveedores...). Transmitir mensajes claros, rápidos y bajo ciertas estructuras, le restará oportunidad a rumores falsos y desestabilizadores de ánimo de las personas involucradas en la empresa.
Por otro lado, la reestructuración de contratos laborales. El continuo resultado del teletrabajo durante la pandemia confirma que se puede ser eficiente trabajando desde casa. Este concepto será materia a discutir a la hora de renovar y/o contratar a un nuevo empleado. Esto conlleva otro esfuerzo separado por parte de servidores de Internet; ya que el teletrabajo exige una conectividad estable y segura. Éstos deberán tomar el desafío de presentar mejores soluciones.
Hablando de servidores y prestadores virtuales, otro sector altamente favorecido es el de desarrollo de software. Dada la migración masiva físico-virtual, surgen nuevas oportunidades de inversión y de emprendimiento, por ello las empresas de software seguirán creciendo y expandiéndose con aún más fuerza.
En contraste, un sector afectado es el del turismo. Es de esperar que el turismo local y nacional sean los primeros en activarse. En esta reactivación, replicar tendencias existentes a una escala menor supone la cuarta estrategia sugerida y como ejemplo, se toman los alquileres temporales a turistas. Siguiendo el existente y exitoso modelo de Airbnb; ofrecer alojamiento para turistas de localidades cercanas y libres de casos, sería negocio a considerar. Es lógico creer que entonces, el turismo local en el marco de la pandemia, cobre otro sentido.
Por último, la industria textil continúa empapandose de conciencia social, ambiental y ahora de salubridad.Conceptos como moda, material y diseño, cobran sentido creativo y adaptativo. Es el caso de “The Copper Company” situada en Santiago de Chile. Antes de la pandemia, producían textiles con propiedades antibacterianas para quirófanos. A raíz del COVID-19, cambiaron su foco de producción a tapabocas de tela con nanopartículas de cobre, eliminando el virus en horas. Sus ventas crecieron enormemente. Así, lo que llevamos puesto no es únicamente estético, sino que deberá ser practico y útil para nuestra salud.
Consideraciones finales
Tomarse el tiempo de analizar hacia dónde va el mundo y por ende pasar a la acción, supone una ventaja en comparación a aquellos que no lo hagan. Dicho esto, no tomemos estos sectores y/o estrategias como ‘salvación’. Hay que seguir haciendo lo que hacemos, siendo flexibles, adaptándonos a la nueva realidad y preparándonos a lo que se avecina.
Quisiera agradecer a la revista digital Enfoque Empresarial de Perù por darme la oportunidad de escribir este artículo para su revista. Aprovecho para incluir este mismo dentro de mi Blog, con la idea de que sea información útil para quien lo lea.
- MC CONSULTORA EMPRESARIAL
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